lunes, 30 de abril de 2012

Escrito sobre la piel. Fernando Lalana y José María Almárcegui

Una nueva entrega de la serie Marijuli y Gil Abad. Año 2000. Ed. SM. Por lo menos el que he leído yo. Ahora los ha sacado la editorial Kattigara, que se ha hecho con sus derechos de forma muy acertada.
Resumen: Doña Dolores estaba en el suelo, boca arriba, con el brazo derecho extendido, perpendicular al cuerpo. Colsada se había arrodillado junto a ella y le ponía los dedos en el cuello. Había una gran mancha de sangre que se deslizaba por el viejo suelo de madera y llegaba justo hasta la puerta.
Es divertido, esa es la mejor definición y esta serie puede dar muchísimas horas de entretenimiento. ya era famosa hace años y creo que con al reedición de esta nueva editorial, volverán a triunfar. Lo mejor es empezar por el primero. Creo que es El fantasma del Rialto. Los podrás conseguir en papel y en versión digital. Como he dicho, merece la pena reírse con un libro. Además, te engancha el misterio y deseas conocer al asesino.

sábado, 28 de abril de 2012

Encuentro en el colegio Fuenllana

Ayer, viernes, estuve por la tarde en el colegio Fuenllana, con unas doscientas alumnas de de 3º y 4º de ESO. La verdad es que estuve muy agusto, u eso que no me agrada hablar con micrófono. Una de ellas hizo una presentación de mis libros, muy bien preparada. Después, algunas palabras para animar a la lectura y sobre todo a la escritura. Una de las cuestiones que más me anima a ir a estos encuentros es provocar que alguno de mis oyentes se dedique en un futuro muy cercano a escribir. Me haría una gran ilusión oír un día que gracias a mis palabras, un gran escritor o escritora se hizo a la mar de las letras. En fin, siempre hay que tener sueños. Acabamos el encuentro con numerosas preguntas y por desgracia, enseguida llegó la hora de terminar. Otra gran experiencia.
En cunato vea las fotos en su página web, os pongo un enlace.

martes, 24 de abril de 2012

El valle de los lobos. Laura Gallego

Ed. S.M. Año 2000. Colección El Clan de la mano embrujada. Dana vive en una granja y tiene un amigo que se llama Kai. El problema es que Kai es invisible para todos excepto para Dana, y ni siquiera ella lo puede tocar. Sin saber todavía si Kai es real o no, Dana es requerida por el Maestro, un hombre misterioso, para que acuda con él a su hogar, la Torre, en el remoto Valle de los Lobos.
Es un libro lleno de intriga, te arrastra de una página aotra con ansias de saber, de resolver distintas cuestiones que quedan continuamente en el aire. Es lento, pero el juego de querer saber te deja sin aliento. Quizás en algún momento puede cansar, pero es al final. Lo que me ha chocado es una frase repetida por Kai, que no comparto. Según él, no hay nada que merezca la pena por lo que morir. Si es cierta, se acabó cualquier tipo de héroe. Él lo fue al enfrentarse a un dragón y se arrepiente. Salvó a muchas personas, pero no es suficiente. Creo que está equivocado.

domingo, 22 de abril de 2012

El auténtico Grial. Texto de la presentación de 2007

Estaba buscando un archivo y me he encontrado con el texto que escribió Miguel Luis para la presentación de mi segunda novela El auténtico Grial. Año 2007. Ed. Palabra. Como dentro de poco iré, si puede ser, al IES Hernán Pérez del Pulgar de Ciudad Real, allí se han leído la novela, os dejo las palabras amables de Miguel Luis.

PRESENTACIÓN NOVELA EL AUTÉNTICO GRIAL año 2007

Supone para mí una gran alegría presentar la segunda novela de Julio César Romano, El auténtico Grial, publicada por la editorial Palabra en su colección juvenil La mochila de Astor. Se trata de una alegría doble: en primer lugar, por realizarla aquí, en el salón de actos de Tajamar, donde por Navidad se entregan los premios del concurso de cuentos del colegio. En segundo lugar,   porque la lectura del libro me ha ayudado a profundizar mi amistad con  mi compañero Julio César, al que admiro por su fuerza de voluntad  por mantener viva la llama de la escritura.

Escribir la segunda novela no es una tarea fácil. Más cuando del primer libro de Julio César (El pozo de los mil truenos, publicado por la misma editorial) se han vendido más de mil ejemplares por toda España. Se suele hablar del miedo del escritor ante la nueva obra, del bloqueo del escritor ante el reto que supone. No es este el caso del autor. Con su segunda obra, Julio César demuestra que camina a convertirse en un escritor profesional de literatura juvenil, uno de esos que las editoriales deben mimar y cuidar como un tesoro escondido.

Por el título de la novela, El auténtico Grial,  podíamos pensar que se trata de una novela de revelación o esotérica, tan del gusto de la narrativa de consumo actual. La novela de Julio César, sin embargo, se encuentra muy alejada de este tipo de literatura. La obra se encuentra mucho más cercana al género épico o de fantasía, aunque su base estructural sea dos narraciones medievales: la primera, la leyenda del Santo Grial y los caballeros de la corte del mítico rey Arturo; la segunda, un relato vinculado con el camino de Santiago y el monasterio de san Juan de la Peña.

En verdad, la obra es una novela de aventuras, donde el héroe debe forjar su personalidad a través de una serie de pruebas y persecuciones, llevadas a cabo por los caballeros grises, los enemigos del Grial.

 La estructura de la obra es sólida, combinándose con maestría las escenas de acción trepidante con los momentos de descanso o anticlímax. Esto permite al autor introducir pequeñas historias intercaladas, sobre todo leyendas de peregrinos del camino de Santiago, que enriquecen el trasfondo cultural de la novela.  Sin embargo, en ningún momento se olvida Julio César de la trama principal, del recorrido inverso que los protagonistas deben realizar desde la aldea gallega de Yago, el protagonista del libro,  hasta el monasterio de San Juan de la Peña. La calma en la novela suele durar muy poco tiempo. La defensa del Grial no encaja con una vida tranquila y sin sacrificios. Los personajes constantemente deben huir, poner a salvo su preciado tesoro, olvidarse de sí mismos.

 A la vez que avanza la historia principal, poco a poco se van desarrollando distintas subtramas entre los personajes. Cabe destacar la especial relación de amor entre Yago y Selene (que gustará, sin duda, a los lectores y lectoras juveniles) o la que mantiene el padre Anxo, como figura de mentor, con los dos muchachos. Sin embargo, lo que caracteriza sobre todo a los personajes de la obra es su incesante deseo de aventuras, de salir del reducido pueblo donde viven, de ir más lejos, de conocer lo desconocido, de librarse de la vida sin alicientes…En un palabra, de ser fieles defensores del Grial, de mantener vivo el espíritu caballeresco.

A lo largo de la novela, aparecen dos griales, el verdadero y el falso, y dos usos distintos del mismo talismán. Los protagonistas apenas tienen tiempo de pensar en el objeto mágico. Sólo lo defienden, lo resguardan, lo alejan de los caballeros grises que se lo quieren arrebatar. Únicamente cuando el Grial se encuentre a salvo los cuatro protagonistas podrán descansar y regresar a su apacible aldea gallega. Sólo entonces podrán pensar en sus vidas y algunas ponerlas en común. 

 Asimismo, casi toda la novela transcurre en un lugar legendario, como es el Camino de Santiago. La mayoría de los capítulos de la parte central coincide con una etapa del mismo. En ese recorrido nos encontraremos, según la lectura vaya avanzando, con la catedral de Santiago, con el castillo de los templarios de Ponferrada y con otros monumentos de interés. Todos los escenarios son fácilmente reconocibles, pero en la obra, además, se cargan de un valor simbólico, que los enriquece.

En cuanto al tiempo narrativo, este fluye sin interrupciones notables, sin apenas digresiones. El lector disfruta con las acciones constantes, con el ritmo vivaz que domina la obra. El  estilo, por tanto, también es directo. La historia predomina sobre la forma. Julio César no pretende deslumbrar con las palabras, no quiere engañar a nadie utilizando alambicadas figuras literarias. Sin embargo, su novela alumbra en cada página: habla de la luz y dará luz abundante, sobre todo a los futuros lectores jóvenes que la lean.

Eso es posible porque en su novela abundan los valores humanos: la amistad, el amor, el sacrificio, la lealtad, el heroísmo... En la narrativa de Julio César los valores no son ideas abstractas, añadidas de forma artificial a la trama narrativa. Todo lo contrario. Los valores se encuentran encarnados en los personajes. Los valores son lo que les mueve, lo que les dirige al éxito de la misión. Todos los valores conducen a los personajes al desprendimiento, a estar al servicio del Grial.  La novela, por tanto, no trata de valores, sino que se los hace sentir al lector. No es una obra moralista, sino con moral.

La narrativa de Julio César tiene personalidad y, novela a novela, va enriqueciéndose, haciéndose más compleja, ofreciendo libros de mayor calidad literaria. Su última entrega  consigue lo máximo que un lector puede pedir a una obra de ficción: le ofrece la posibilidad de un cambio, de salir de su pequeño mundo, como con valentía hace Yago, el protagonista de  la obra.

 En conclusión, la historia que hoy presentamos emociona, entretiene, conmueve e invita a todos a que tengamos una mirada más amplia. La novela de Julio César nos empuja  a una vida menos tranquila para defender lo más auténtico. En la obra se utiliza un símbolo para referirse a esta idea: el Santo Grial.

 Por último, quería dar las gracias a Julio César por permitirme presentar su segunda novela. Como muchos de sus fieles lectores, espero con ansiedad la próxima entrega.

 Muchas gracias



Miguel Luis Sancho


jueves, 19 de abril de 2012

Interesantes guías de LIJ. José Manuel Mañú, Luis Daniel González y Kirico club de lectores.

He estado revisando algunas guías de lectura de LIJ, sobre todo para compra de libros de la biblioteca escolar con la que colaboro. Creo que son muy aconsejables para tener una buena selección de libros tanto en casa como de forma pública.
Guía de clásicos de la literatura infantil y juvenil (desde 1950), Luis Daniel González. Hace tiempo que este crítico de LIJ inició una serie de libros dedicados a incluir reseñas además de este que os dejo. Podéis también consultar su página web Bienvenidos a la fiesta. (Es el título sugerente de su primer libro). Es un alarde de información y organización.
Leer en Primaria: tú puedes. Una biblioteca básica. José Manuel Mañú. Es otro crítico literario de LIJ. Realiza algunas reflexiones interesantes así como un listado de los libros que merece la pena leer. Colabora en diversas páginas web.
150 libros infantiles para leer y releer. Kirico club de lectores. La selección incluye sobre todo autores extranjeros y también hay información del contenido, editoriales.
En fin, una buena forma de encontrar los libros que te puedan interesar.

lunes, 16 de abril de 2012

Comedores de tiempo. Momo. Michael Ende.

Charlando con un alumno llegamos a la conclusión de que existen numerosos "comedores de tiempo" relacionados con el uso de un ordenador. Cada uno puede poner el que mejor le parezca, desde Twiter a Twenty, los juegos de fútbol o las grandes batallas en las que se conquista Roma durante horas y horas. Estos comedores de tiempo no nos dejan hacer más, ni siquiera lo que deberíamos por pura justicia hacia los demás. Enseguida me vinieron a la mente los hombres grises de chaqueta y corbata que fuman sin parar el tiempo robado a los hombres. Sí, es el argumento de Momo, el libro de Michael Ende. Procuro leerlo una vez al año, para evitar el riesgo innecesario a veces de querer aprovechar el tiempo mientras se pierde, pues se evitan conversaciones sosegadas, lecturas tranquilas o paseos sin destino que tanto nos mantienen el alma tranquila. Cuando acabo su lectura siento una paz interna, un relajamiento mayor que el de una sala de saunas. Os lo aconsejo, sobre todo cuando la vida os arremete con sus prisas.

sábado, 14 de abril de 2012

lunes, 9 de abril de 2012

Jon y la máquina del miedo. Roberto Santiago.

Premio Edebé de literatura infantil, me imagino que del año 1999. Ed. Edebé. 1999. 8ª edición. Resumen: Jon acaba de cumplir diez años y siempre ha tenido miedo. ¿A qué exactamente? Pues a todo: miedo a las cucarachas, a los perros, a las avispas, a los enchufes, miedo a subir en la montaña rusa... Pero lo que más miedo le da es tener miedo. Por eso no es extraño que se sintiera tentado por una extraña atracción de feria que se llamaba precisamente «la máquina del miedo». ¿Tendría Jon el valor suficiente para probarlo?
Me ha hecho ilusión en primer lugar que la acción se desarrolle en Moratalaz, un barrio muy conocido para mí. Además, me ha recordado en escenario de mi novela Cerebro y Medio, también inmersa en este barrio de Madrid. La idea del miedo es muy común en todos los libros, pero aquí se trata de forma original, con tono de humor y en primera persona, lo que hace muy cercano todo. Las descripciones de las sensaciones están muy conseguidas con algunas comparaciones acertadas. Al final, también se atina con la solución al miedo. No es fantástico, aunque la aparición de una bola negra y fría pueda parecerlo. La escena donde se va a enfrentar al "matón" de la clase es genial, así como la del psicólogo. Me ha encantado el libro.

sábado, 7 de abril de 2012

La máquina maravillosa. Elvira Menéndez

Editorial Bruño. Año 1989. 25ª edición. Resumen: La historia de cuatro amigos que viven a finales del siglo XXI. Los adelantos técnicos son tan grandes en esta época que la vida es fácil y confortable, pero tremendamente aburrida. Un día con la ayuda de un viejo inventor, los chavales consiguen una máquina para entretener a los padres y, gracias a ella, todos descubren un mundo nuevo, lleno de aventuras y emociones.
Pues lleva vendidos unos 302.000 ejemplares, según el ejemplar que tengo en mis manos. Eso lo avala. Se trata de una distopía, es decir, cómo piensa un escritor que será el futuro. Estamos en una ciudad dentro de una burbuja donde la naturaleza, los sabores, los olores o los animales, han quedado fuera. Es un recurso ya utilizado la aparición de un libro, algo lógico pues estaban prohibidos, el que rompe la monotonía. Así se inicia todo. Él despierta la curiosidad de los protagonistas, su imaginación y sus deseos de aventura. La novela está bien llevada, aunque creo que el final es un poco rápido. Se podría haber alargado para mantener el suspense. Como siempre, es solo una opinión.
Merece mucho la pena leerlo, pues sirve como reflexión para saber hacia dónde nos dirigimos. ¿Realmente somos dueños de nuestro futuro?

lunes, 2 de abril de 2012

Primer capítulo de El gran prado de la codorniz

Os dejo el primer capítulo de la última novela que he escrito para lectores de 10 años en adelante. El tema prinicpal es la seguridad frente a la libertad. El riesgo por obtener algo mejor ante la duda de quedarse con lo que se tiene. Os gustará, aunque aún queda pulirla, mndarla a una editorial y que esta se decida a publicarla.

1.- La mejor casa

Aquel lugar era perfecto para las codornices. En invierno, su amo cubría el suelo de paja y el calor brotaba de las briznas, como si fuera la mejor calefacción. Además, al mediodía, por entre las maderas que cubrían la única ventana, entraban los rayos del sol para posarse despacio en la pared de enfrente. Allí, se reunían los pequeños animales y sesteaban en completo silencio. La comida y el agua nunca faltaban. El hombre rellenaba con sumo cuidado dos contenedores verdes tras limpiarlos con la sucia manga de su camisa azul. Pero eso sucedía en el peor momento del día.

Primero, sonaban unos pasos lejanos sobre una escalera metálica de color verde que terminaba en la sala. Un golpe y el posterior chirrido del cerrojo de la puerta gris, ponía en tensión a las aves. Sabían que venía el trigo, pero el golpe de viento que entraba a la vez, hacía que sus plumas revolotearan, también la paja. Entonces, el frío se apoderaba de sus finos huesos y corrían despavoridas de un lugar a otro. Algunas elevaban su medio vuelo e incluso se estampaban contra la pared.
         
          Así le sucedió a Elisa, la más joven de todas. Nunca se había elevado del suelo, pero aquella vez, impulsada por el instinto y el movimiento de sus alas blancas, despegó sin control hasta chocar con las maderas de la ventana. Aquello no pasó desapercibido para su amo. Cerró la puerta tras de sí y, después de colocar la comida y el agua, comenzó a perseguir a la codorniz voladora. El corazón del ave palpitaba hasta en su cabeza. La sangre le hervía en los pulmones.

 -          Tengo que parar- se dijo a sí misma.

 No podía más. Se acurrucó en una esquina, hundió su pico en el cuello y ahuecó las alas. Pensó en el gran prado de las codornices. Le habían hablado de él, era donde iban cuando la muerte les llegaba, pero aún era joven. Ni siquiera había puesto un solo huevo. Temió lo peor.

El hombre la cogió con suavidad. La palma de la mano izquierda apretaba el pecho de Elisa y dejaba las alas por fuera. Después, sacó de su bolsillo una pequeña navaja y comenzó a cortar las plumas más largas.


-          Hay que cortar tus vuelos, pequeñina. No te querrás escapar con el frío que hace fuera.

 Apenas notó dolor, pero enseguida se dio cuenta de que algo le faltaba. No supo ponerle nombre a aquella sensación. Era igual que si volviera a ser pequeña, recién nacida. Miró al resto de sus hermanas, las codornices blancas. Todas asintieron. Aquel rito formaba parte del precio por la comida y la bebida, por la habitación perfecta, por la vida sedentaria y alejada de peligros.


Elisa se dio cuenta de que la presión sobre su cuerpo disminuía. La mano ruda y agrietada la depositaba en el suelo poco a poco. Saltó antes de rozarlo y salió corriendo. La paja seguiría bajo sus patas durante un tiempo, hasta que sufriera una nueva poda de sus alas. Se unió al grupo que permanecía inmóvil en el rincón más lejano y frotó sus plumas con las de sus amigas. Pero aún no se sintió bien. Ni siquiera cuando el hombre se marchó, alejándose con él los ruidos metálicos, y pudo comer del trigo hasta llenar su buche. En el suelo había quedado una hoja de calendario que había caído del bolsillo del amo. Tenía una bella foto de una montaña nevada. Debajo, indicaba el mes que había acabado, noviembre.


Por la noche, todas las codornices blancas se juntaron para dormir. Sus plumajes blancos con minúsculas manchas grises y negras formaban un amasijo uniforme, similar a un enorme ovillo de lana. Entonces, la más vieja de todas comenzaba a contar la misma historia.


-          Cuando no pongamos ya ningún huevo y nuestro cuerpo esté endurecido por los años, el hombre vendrá a por nosotras e iremos al gran prado de la codorniz –hizo una pequeña reverencia al nombrarlo-. Allí, comeremos y volaremos sin temor, pues no hay otro animal distinto a nosotras.

-          ¿Ni siquiera el águila? –preguntó la que estaba junto a Elisa.

-          ¿Qué es eso? –dijo otra muy joven.


La vieja codorniz tosió para inflar su pecho. Después, extendió sus alas recortadas y levantó su cuello. Con el pico abierto todo lo que podía, respondió.


-          Aparece desde lo alto del cielo, con el mismo aspecto que yo, pero mucho más enorme, gigante. Te agarra con sus fuertes patas y te destroza con sus garras.


Los rayos de la luna que entraban por la madera de la ventana proyectaban la sombra de la narradora en la pared. La negra silueta allí marcada no podía ser más aterradora y algunas codornices agacharon su cabeza. No querían mirar.

-          Menos mal que vivimos aquí –intervino Elisa.

Aquella apreciación tranquilizó a sus hermanas. De otra forma, no hubieran podido dormir en toda la noche. Poco a poco, fueron cerrando sus ojos negros mientras el sueño las apresaba. Alguna se movió más que nunca, ajetreada por las peores pesadillas. Elisa soñó que volaba con unas enormes alas desde la ventana hasta la pared de enfrente.